Cómo un pequeño gesto puede suponer una gran ayuda para personas vulnerables
- Vivial
- 22 abr 2022
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 22 oct 2024

Hoy, Elena Izuel, Gestora del SAD Zaragoza en Vivial, nos acerca a una historia emotiva que vivió hace, más o menos, un año (seguíamos en pandemia por la Covid-19).
Elena acudió a visitar a una futura usuaria de los servicios que ofrece Vivial. Fue a conocerla y a conocer las circunstancias en las que vive. Desde el principio, le llamó la atención su expediente: señora de 58 años que vive sola, sufre de fibromialgia acusada, vive en un tercer piso sin ascensor y no tiene ningún tipo de prestaciones.
Al llegar a su casa, apareció una señora rubia, alta y delgada, con una gran sonrisa. Se esfuerza por lograr que su gato se quede en la cocina y para quitar a patadas objetos tirados en el suelo, consiguiendo desplazarlos solo unos centímetros.
Se llama Isabel. Sonríe sin parar, pero al sentarse se le instala en la cara una mueca de dolor y se lleva las manos a la espalda. Se sientan y empiezan a hablar. Isabel es dulce y habladora. Comienza, de forma atropellada, a contar su vida, sus experiencias y sus dificultades diarias a causa de su enfermedad. No puede salir de casa por los dolores y no tener una vivienda accesible le dificulta, aún más, su día a día.
Hay muchísima ropa y zapatos por toda la casa, ella dice que es el único vicio que tiene, se quiere ver bien, aunque no salga de casa. Dispone de un servicio de comida a domicilio proporcionada por el Ayuntamiento: a media mañana, le cuelgan en el pomo de la puerta una bolsa con la comida del día.
Nuestra compañera Elena la escucha con atención y le informa de algo que espera le facilite un poquito más la vida: dos personas irán a su casa para limpiarla y recogerla. Además, una auxiliar acudirá dos horas por semana para hacerle las labores domésticas e, incluso, poder prepararle algo de comer.
“Isabel se emociona. No sabe cómo agradecerlo. A pesar de las mascarillas y la necesaria distancia de seguridad, esa emoción me llega. Y me promete que va a volver a leer y a engancharse menos a la televisión.”
Elena Izuel, Gestora del SAD Zaragoza en Vivial
Algunos días después de comenzar el servicio, Elena vuelve a visitar a Isabel. La casa parece otra, más alegre, han cambiado las fundas del sofá, han limpiado las cortinas, han puesto cuadros que tenía guardados y todo está recogido. Pero Isabel es la que más ha cambiado. Hasta ya sonríe con los ojos. Está encantada con las nuevas rutinas. Dice que le duele menos la espalda, que tiene hasta ganas de comer y que, en breve, tendrá otras noticias de ella.
Al llegar el verano, Isabel le hizo saber a Elena, por medio de la auxiliar que acudía a su casa, que había bajado a la calle. Con esfuerzo, tranquilidad y las paradas necesarias, habían bajado juntas y se sentaron en un banco de la calle. Y fue el principio de más salidas.
“Con vivencias como esta, te das cuenta de que es muy sencillo hacer más fácil la vida de algunas personas. Hemos de centrarnos en esto. Por ellas y por nosotros. Sin duda, ser capaz de mejorar la vida de las personas es tremendamente gratificante y, sin duda, nos hace sentirnos mejores personas.”
Elena Izuel, Gestora del SAD Zaragoza en Vivial
El propósito de Vivial: ser impulsor social
En Vivial damos respuesta, de forma integral, a las necesidades sociales de personas con vulnerabilidad social y dependencia. Somos fieles a un sistema de valores centrado en la construcción de relaciones de confianza, el empoderamiento de los profesionales del cuidado y la innovación tecnológica centrada en las personas. Nuestra prioridad es la persona y nos importan no solo sus necesidades esenciales, sino también sus preferencias y deseos.
Nuestro modelo de SAD se basa en la participación de todo el equipo de gestión directa en el proceso de mejora continua, con el objetivo de asegurar una atención de calidad y adecuada a la realidad de las personas atendidas.
Gracias al liderazgo y al sistema de participación, contamos con un equipo de profesionales motivados y altamente cualificados. Tenemos la vocación de ofrecer servicios de calidad a todas las personas que precisen de prestaciones sociales básicas, todo ello con una clara filosofía: ser impulsor social.
Buenas tardes! Verdaderamente que esté trabajando te hace sentir mejor persona.La energía positiva,de agradecimiento llega al corazón y te da fuerza.Un día pienso que seré mayor y me gustaría que me trate igualmente que yo trato a los demás.... Igual que la semilla qué siembras , esperas florecer y luego aparece los frutos!